PROBLEMÁTICA DE LA CARRERA DE MAGISTERIO
¿Debe
ser el pensum de Magisterio de 3 ó 4 años?
Desde hace unos años atrás se ha
discutido un poco de este tema. El MINISTERIO DE EDUCACIÓN, propuso que los
estudiantes de magisterio, debieran estudiar 4 años y no tres. Tal resolución
ha cambiado y ha regresado a tres años. Según la reciente reforma educativa en
cuanto al pensum del magisterio. Unos
sostienen que el magisterio debiera llevarse en el diversificado, y
otros sostienen que debiera estudiarse en la universidad. La situación es que
en algunas universidades, ya existe el profesorado en educación primaria. El
MINEDUC, consideró lo siguiente: “Las promociones que inicien la carrera de magisterio
en educación primaria en 2009 lo harán con el nuevo diseño curricular, con una
duración de tres años, que se aprobará y se pondrá en vigencia.
”Si se analiza lo anterior se
puede concluir que el magisterio
regresara a ser de 4 años a 3 años, simplemente porque se dieron cuenta que es
una pérdida de tiempo el desperdiciar un año de estudio. Cuando en ese año ya
podrían tener realizado un año de carrera universitaria. Algunos se quejaron de
que la educación aquí en Guatemala, está mal porque según nos han catalogado
internacionalmente estamos en los últimos lugares en educación a nivel mundial.
El problema de bajo nivel
educativo en Guatemala no sólo está en el Magisterio, sino en las
universidades. Las universidades son las que también forman y capacitan a los
profesores que enseñan y hay algunos Licenciados que ni saben educar porque no
están capacitados o simplemente no lo saben hacer porque no se preparan.
Se ha visto por muchos años que
la educación en nuestro país que si bien
es cierto a tenido algunos avances, han sido muy lentos en el país y dentro de
estos avances muy lentos a estado la carrera
del magisterio esta es
una de las más antiguas en el
sistema educativo nacional, debido a la
importancia social y cultural que tiene la misma, pues es la que forma a
adolescentes y jóvenes para que a su vez, puedan educar a la niñez guatemalteca
sin duda el país necesita de más maestros
(as), capacitados y graduados para transmitir conocimientos y elevar el nivel intelectual
de los niños.
Como parte de la construcción de
la nueva nación que todos y todas soñamos, la educación debe ser vista como
prioritaria, pues, una de las vías del desarrollo es tener un país capaz de
transformar su realidad. Los retos y el
impacto que marca la globalización en Guatemala, remarcan la idea de que la
educación debe estar al centro de cualquier plan y estrategia del desarrollo
nacional.
La carrera de magisterio necesita
un proceso de transformación curricular, pero, más que eso, necesita que el
Gobierno disponga de los recursos para propiciar condiciones educativas
tecnológicas y de infraestructura necesarias para su desarrollo, aparte de elevar las capacidades
de los formadores y las condiciones en
que éstos se desenvuelven. Una
simple ampliación de
la carrera a más años no es la
solución no que también necesita que se tengan mejores estrategias para un
aprendizaje significativo para que los jóvenes que decidan optar por la carrera
de magisterio además de vocación tengan la capacidad y habilidades para este trabajo.
Dos años de bachillerato y dos años de especialización,
no resuelve el problema de la formación de maestros, ni mucho menos conlleva a la solución de los problemas educativos de
Guatemala, pues, dicho proceso formativo debe ser de carácter integral desde el
inicio de la carrera, si se quiere asegurar, una formación adecuada de quienes
tendrán en sus manos la educación de los niños; se trata de que la
especialización, sea interactiva, además de interrelacionarse con contenidos
científicos, que fundamenten desde un inicio la vocación y la consolidación en
el aprendizaje de los jóvenes, que deciden estudiar la carrera de magisterio,
lo cual necesita altos niveles de compromiso social, conciencia y vocación y transformación
curricular.
Por otro lado, es evidente que la
carrera del magisterio en la actualidad debe mejorar sus niveles de
especialización en aspectos didácticos pedagógicos y la introducción de tecnologías
educativas, así como de métodos modernos de aprendizaje para los niños que obtengan
la formación vivencial y lúdica, práctica,
experimentación y la creatividad. Esto
conlleva un plan
de desarrollo académico, tecnológico y de infraestructura,
en donde el Gobierno tiene que jugar un papel importante, principalmente
dándoles recursos necesarios.
Para lograr una mayor
especialización y el mejoramiento del proceso de aprendizaje, en la carrera de
magisterio, es importante elevar la carga académica, principalmente en aquellas áreas prácticas y de laboratorio que
mejore la calidad del maestro y maestra.
El ampliar la carrera de
magisterio a cuatro años, no va a
mejorar el nivel académico, pues si los contenidos, los espacios y los recursos
no son los adecuados la formación será
deficiente; por otro lado el incremento de un año a la carrera tiene problemas
con las posibilidades económicas de las familias, sobre todo con los niveles de
pobreza y bajos niveles de ingresos.
Además, los recursos que el gobierno invertirá en la ampliación de un
año a la carrera, pueden ser utilizados para fortalecer los tres años actuales
de magisterio, dándole una visión integral.
Por lo que no es necesario incrementar el tiempo de la carrera, sino
mejorar la calidad del tiempo utilizado en su formación para que estos
profesionales destaquen y nuestro país en general tenga un mejor futuro.
Considero que la educación debiese ser sinónimo de profesionalización. Ya que tal como usted lo plantea en su publicación, los jóvenes pueden estudiar tres o cuatro años, pero lo más importante debe ser su profesionalización. Justificaciones pueden ser muchas, sin embargo, el actuar profesional de cada individuo en su día a día marcaría muy bien la diferencia como sociedad y nación. A su vez, respecto a las catalogaciones internacionales respecto a la educación puedo comentarle que el otro día escuchando un programa chileno, ellos mencionaron algo muy acertado. Ya que, en dichas catalogaciones, la mayoría de las universidades que obtienen los "mejores" puestos, son privadas, y es una forma de estigmatizar que la educación pública en la mayoría de países es deficiente. Esto según el analista chileno.
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