domingo, 9 de septiembre de 2012


SIEMPRE ME E PREGUNTADO, QUE SON 60 ó 70 AÑOS DE VIDA, aprovechemos y enseñemos a los nuestros desde corta edad, un plan de vida, en el que prevalezca la educación, el desarrollo intelectual, económico, en un ambiente que se respira y se disfrute la paz, la tranquilidad, el desahogo, y las cosas buenas que nos ofrece la madre tierra(que son muchas aun)se puede vivir feliz. Por eso mismo debemos de trabajar todos unidos por los buenos valores y principios, siempre e dicho que las grandes guerras y la mejor arma del hombre es la INTELIGENCIA, REFLEXIONEMOS Y TRABAJEMOS.
NO RENUNCIES A TUS VALORES Y PRINCIPIOS EN AFÁN POR GUSTAR A LOS DEMÁS.  Aquí en esta publicación comparto algunas de las cosas que en algún momento podríamos practicar.   


Diferencia entre PRINCIPIOS Y VALORes
Por lo general estas palabras van unidas por cuanto se relacionan entre sí, algunos las definen como sinónimos y otros invierten su definición. Los principios son reglas o normas de conducta de carácter intrínseco desarrolladas por una persona ateniéndose a sus instintos morales básicos aprendidos en la familia o en la sociedad en que interactúa.  Se escucha a menudo la expresión "yo tengo principios", "esa persona es de principios", "mis principios no me lo permiten", etc. es un sello personal que distingue a la gente y por el cual es reconocida su manera de actuar en concordancia con lo aceptado por la sociedad. Cuando una persona hace gala o tiene principios, en ocasiones se puede conocer con anticipación cómo será su comportamiento o conducta ante una situación. Una persona de principios se le reconocen sus fuertes creencias y férreas convicciones que a veces es erróneamente confundida con rigidez o intolerancia. "....mis principios me impiden decir mentiras", "tengo por principio ser puntual" (soy considerado), "por principio jamás salgo desnudo al balcón o hago pasar pena a alguien públicamente"(no soy ofensivo), los anteriores son claros ejemplos de conductas aprendidas y puestas en práctica ante la mirada escrutadora de una sociedad que juzga los comportamientos individuales. Por el contrario, los valores se sitúan como códigos morales que aplican universalmente las sociedades, y donde casi siempre está presente la dualidad entre el bien y el mal. los valores rigen históricamente el destino de los pueblos y se establecen para armonizar las relaciones y para defender a los mismos de factores que puedan perjudicarlos. un ejemplo muy mencionado son los valores establecido en los 10 mandamientos, ese decálogo universalmente es aceptado por casi todas las sociedades. valores como amor, justicia, honradez, humildad, honestidad, amistad, solidaridad, fidelidad, igualdad, respeto, tolerancia.

1.- Acepta lo que no puedes cambiar
El pasado ya no importa, pues ya ocurrió. Suelta los recuerdos negativos, vive tu duelo, perdona y libérate del peso emocional que sientes. Aprende a ver los inconvenientes como oportunidades y procura darle una respuesta creativa y oportuna a cada situación.
2.- Afronta la situación con valor
No metas tu cabeza dentro de la arena como el avestruz. Si dejaste un asunto pendiente, enfréntalo y resuelve lo lo más pronto que puedas, busca el momento y la manera apropiada de hacerlo. Los temas pendientes son como los intereses de un préstamo, suben y se acumulan mientras no se paguen, el hecho de ignorarlos sólo agrava las cosas.
3.- No pienses tanto
Vamos, no pienses tanto las cosas… planifícalo bien, revísalo una vez más y actúa. Recuerda que mientras más vueltas le das en la cabeza a una idea o a una situación, más difícil se hace de resolver. Además, en algún momento el temor te hará sentir paralizado y te será difícil tomar la decisión correcta.
4.- Sé honesto y firme
No participes en chismes o acciones dirigidas a enredar o a evadir la solución de una situación. Hazlo con decisión, franqueza y fuerza para resolver el asunto pendiente.
5.- Conserva la calma
Aprende a canalizar el estrés, la tensión o la preocupación, no permitas que se conviertan en malhumor, porque muy fácilmente te volverás irritable o violento. Tampoco te dejes llevar por la reacción o las emociones, mantén una actitud serena y con voz suave y argumentos firmes afronta la situación. “Ponte en el lugar de la contra-parte y procura mantener en todo momento una actitud pacífica y tolerante"
6.- Sé considerado
Aprende a canalizar el estrés, la tensión o la preocupación, no permitas que se conviertan en malhumor, porque muy fácilmente te volverás irritable o violento. Tampoco te dejes llevar por la reacción o las emociones, mantén una actitud serena y con voz suave y argumentos firmes afronta la situación.
7.- Vuélvete un elemento conciliador
Procura facilitar con tus comentarios y actitud la buena comunicación, el entendimiento y el acuerdo entre las partes en conflictos. Mantente siempre atento a encontrar las semejanzas y los puntos en común para trabajar en todo momento por los acuerdos.
8.- Perdona a los supuestos culpables
Mientras guardes el recuerdo de lo que te hicieron te mantienes preso del pasado y afectado por ese suceso. Cierra los ojos, recuerda la imagen de la persona, háblale mentalmente sobre tu malestar… Al final dile que le perdonas e imagina que sonríe.
9.- No te dejes afectar por los demás
Muchas veces la actitud y el comportamiento de los otros nos afecta, hasta el punto en que trastornan nuestra manera de actuar, confunden nuestros objetivos y perturban la claridad que necesitamos conservar para resolver la situación de la mejor manera. Evita reaccionar y tómate unos segundos para pensar antes de actuar.
10.- Baja el nivel de expectativa
Deja de pensar en la dificultad que enfrentarás, en lo que dirán o en lo que harán los demás… suponer lo que va a suceder hará que te llenes de ansiedad y que lo veas más difícil.

Sinceramente Brenda Mendoza

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